miércoles, 31 de marzo de 2010

Economía mexicana en el contexto mundial. “El Comercio Exterior”


Antecedentes.

Ésta presentación trata sobre las actividades de comercio exterior que México lleva a cabo actualmente en relación a tres antecedentes sobre el manejo de su economía dentro del contexto mundial; a saber el comportamiento económico sexenal, la implementación de las políticas neoliberales y el decálogo del Consenso de Washington.

Fundamentalmente estos tres antecedentes son el ingreso de México al GATT, hoy la Organización Mundial de Comercio (OMC), durante el sexenio de Miguel de la Madrid; la privatización de las empresas públicas, la apertura al comercio exterior y la desregulación, que se aceleraron durante el sexenio de Salinas con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y por último la aplicación de la estrategia recomendada por el Consenso de Washington para mantener el equilibrio de los indicadores macroeconómicos, sintetizado en diez puntos y conocido como el “Decálogo del Consenso de Washington”.

El Decálogo del Consejo de Washington, nacido en la década de los 90’s ha sido la línea sobre la cual ha marchado la política económica mexicana a lo largo de dos décadas; este decálogo de políticas recomendadas, incluye un punto fundamental para el comercio exterior:

“6.- Apertura comercial. Debe ser total, eliminando las barreras arancelarias y no arancelaría que impiden el libre comercio internacional de bienes y servicios.” (1)

No obstante a los beneficios buscados, algunos analistas han cuestionado fuertemente esta política:
“Fundamentalmente, la agenda oculta del Consenso de Washington es una política que tiende a garantizar el mantenimiento del liderazgo de Estados Unidos a escala mundial y, a la vez, a desembarazar al capitalismo de los límites que se le habían impuesto en la postguerra. Estos límites eran el resultado combinado de poderosas movilizaciones sociales –tanto en el Norte como en el Sur-, de un comienzo de emancipación de algunos pueblos colonizados y de algunas tentativas de abandonar el capitalismo. El Consenso de Washington es también la intensificación del modelo productivista.” (2)

Asimismo se alude a la Organización Mundial de Comercio, organismo que regula y dicta las políticas a las que se deben apegar las naciones suscritas a él, para cualquier actividad comercial internacional:

“La colaboración entre el Banco Mundial y el FMI es también fundamental para ejercer la máxima presión sobre los poderes públicos y para completar el tutelaje de la esfera pública y de las autoridades, para avanzar en la generalización del modelo, la colaboración del binomio Banco Mundial/FMI se extiende a la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde su nacimiento, en 1995. Esta colaboración, cada vez más estrecha, entre los tres organismos forma parte de la agenda del Consejo de Washington.”

 












En este contexto, atendiendo el punto específico de la apertura comercial al exterior, eliminando las barreras arancelarias y no arancelarias, México ha implementado fuertemente una política

desde la década de los 90’s, de firma de Tratados y Acuerdos Comerciales, entre los que destacan por su importancia el TLCAN, signado con Estados Unidos y Canadá, así como el establecido con la Unión Europea y otros países de forma independiente, no en bloque, como el TLC con Japón. (3)


En esta gráfica podemos constatar el incremento de las exportaciones, pero también de las importaciones, durante el período de puesta en práctica de las políticas neoliberales, así como la caída durante 2009 por efecto de la crisis mundial.


Conclusión.

No obstante las cifras altas en exportaciones por los efectos de la apertura comercial, las importaciones también han crecido, pero no así la economía interna que durante los últimos dos sexenios, incluyendo el que transcurre,  ha tenido casi nulos resultados en su crecimiento, agravando la situación económica de la población, en beneficio solamente de los capitales financieros,  que buscan la estabilidad en las variables macroeconómicas que les son benéficas solamente a ellos.

“Ante la relevancia que tiene el tipo de cambio en los flujos comerciales y financieros, -en la dinámica de acumulación de las empresas de la esfera productiva, en la balanza de comercio exterior y en el crecimiento económico (Huerta, 2002) -, no puede dejarse su determinación a las libres fuerzas del mercado y al capital financiero, como ha venido aconteciendo. El haber pasado el manejo del tipo de cambio al servicio del capital financiero ha representado un alto costo que ha redundado en detrimento de las condiciones competitivas, productivas, crediticias y macroeconómicas necesarias para el crecimiento.
El tipo de cambio debe responder a las necesidades de la esfera productiva y del empleo, y evitar déficit comerciales productivos insustentables." (4)

Bibliografía:

1.- “Economía mexicana en el contexto mundial”. Plataforma educativa IPN.

2.- Toussaint, Éric. “Banco Mundial, el golpe de estado permanente: la agenda oculta del Consenso  de Washington”, Edit.  El Viejo Topo.

3.- La información completa sobre tratados y acuerdos la podemos consultar en la siguiente dirección de la Secretaría de Economía: http://www.economia.gob.mx/?P=5200

4.- Arturo Huerta, “Política macroeconómica: (in) estabilidad versus crecimiento”, en Economía UNAM, vol 4, núm. 10, México, UNAM, 2006, p. 105., consulta en http://www.ejournal.unam.mx/ecu/ecunam10/ECU000401005.pdf

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